COMUNICKANDA

Un espacio comunicativo de la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda, Japón

EL ESPAÑOL: UNA LENGUA DE HERENCIA QUE LUCHA POR SOBREVIVIR EN JAPÓN

Por: Luis Takeda y Silvia Lidia González /COMUNICKANDA

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¿Cómo aprendiste español? La pregunta de los atletas hispanohablantes que llegan a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (21) es la misma que la de turistas, empresarios y periodistas, cuando encuentran a intérpretes con mucha seguridad para comunicarse en esta lengua, en Japón.

Muchos hispanohablantes japoneses estudiaron esta lengua en la universidad. Otros, provienen de experiencias de trabajo y vida en España o países de América Latina. Y hay también aquellos que, aunque son japoneses o han pasado su vida en este país, están acostumbrados a hablar español desde la infancia, en el seno de familias latinas.

Así, el español puede ser una lengua adquirida por los estudios, o heredada por la familia. De ahí, surgen conceptos como “lengua de herencia”; ¿alguna vez has escuchado esta expresión?, ¿cómo es la situación de los herederos de la lengua española en tierras japonesas? En este artículo, tratamos sobre el español como una lengua que se mantiene en un país tan lejano y diferente a sus orígenes.

¿Qué es la lengua de herencia? Los especialistas en el tema lo definen desde diferentes puntos de vista. La gran mayoría de hablantes de esta lengua que vive fuera de sus países de origen está en Estados Unidos. Según la Oficina del Censo de ese país, había en 2020 más de 60 millones de hispanohablantes. Se trata de la nación con la mayor inmigración del mundo, por lo que los investigadores sobre este tema relacionan muchas veces sus estudios, con la situación de los migrantes. Un trabajo del Observatorio de la Lengua Española y Culturas Hispánicas de Estados Unidos, define la lengua de herencia como “la lengua más debilitada entre las habladas por un hablante bilingüe perteneciente a una minoría étnica o a una comunidad de inmigrantes”. En palabras más fáciles, se trata de la lengua que alguien adquiere por sus padres, aun cuando viva en otra región con idioma diferente al de origen.

¿UNA LENGUA DÉBIL?

Esa idea de la lengua debilitada empieza a preocupar a investigadores y académicos. La Asociación para la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera (ASELE) ha discutido el tema en sus congresos, en los últimos años.

¿Qué pasa cuando el niño de una familia peruana, mexicana o venezolana ha llegado a Japón desde muy pequeño y ha estudiado y crecido usando solamente la lengua japonesa? El español no se pierde, pero muchas veces queda solamente como la lengua de convivencia y referencias familiares (la comida, los juegos con primos, la comunicación con los padres…)

Algunos investigadores como Álvaro Coste consideran que los hablantes de herencia se pueden ver desde el punto de vista lingüístico, entendiendo que “son aquellos que fueron expuestos a un idioma durante su niñez, aunque no lograron adquirirlo totalmente, debido a que otra lengua irrumpió durante el periodo de adquisición y se convirtió en su lengua dominante”. Sin embargo, él mismo reconoce que hay visiones más amplias, considerando el entorno sociocultural. Es decir, que más allá de la lengua, hay también “motivación de herencia” en personas que quieren entender mejor el español al mismo tiempo que buscan mayores conocimientos sobre sus raíces.

El mismo investigador ha estudiado el tema desde la Universidad de Hong Kong, y reconoce que hay muchos trabajos sobre el español en países de habla inglesa. Sin embargo, se sabe muy poco sobre los hablantes de herencia en Asia, donde los hijos de familias hispanas crecen entre otras lenguas oficiales como el chino, coreano o japonés.

ESTRELLAS JAPONESAS CON SANGRE LATINA

La famosa agencia de ídolos juveniles en Japón conocida como “Johnny’s” promueve entre los miembros del grupo Snow Man a Raúl Murakami Maito, llamado simplemente Raúl.  Tras su participación en espectáculos y ahora como protagonista de la película “Honey Lemon Soda” el joven llama especialmente la atención. Notablemente alto, con el pelo teñido y ese nombre, se sabe que tiene algo más que sangre japonesa. Las páginas de sus fans lo describen con entusiasmo como un chico diferente, de madre japonesa y padre venezolano. Aun con ese origen, el joven de 18 años ha aclarado que no habla español. Su vida, como la de muchos descendientes de hispanohablantes en este país, ha transcurrido en japonés.

Un caso diferente es el de IVAN, modelo transgénero de origen mexicano, que ha crecido y trabajado en Japón.  Nacido en México como Manuel Iván Liera, de padre japonés-español y madre mexicana, se trasladó a Nara desde que tenía dos años de edad. Desde Japón se impulsó su carrera en el modelaje, llegando a participar en eventos internacionales como la Semana de la Moda en París. La experiencia internacional de su familia se reparte entre México, Estados Unidos, Japón, República Dominicana y otros países. En la búsqueda de una identidad de género, se sometió a una cirugía para cambiar de sexo. Sobre su carrera artística, los intentos por destacar entre la música, la conducción y el modelaje, también la llevaron a sufrir etapas de sobrevivencia en las calles y los puentes de Tokio. Según su testimonio en varias entrevistas, en alguna de esas experiencias, reapareció en la escena su madre mexicana, de visita en Tokio. La ahora modelo, recuperó sus planes profesionales…y su lengua materna original. IVAN presenta siempre como unas de sus habilidades especiales, el manejo del idioma español.

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MOTIVACIONES: ENTRE LA VERGÜENZA Y LA TRADICIÓN

Tanto en el medio artístico como en cualquier otra forma de vida en Japón, aquellos que provienen de familias cuya lengua era el español, pueden tener circunstancias de vida, estudio, trabajo y motivaciones muy diferentes para mantener o alejarse de esta lengua latina.

Según algunos especialistas, las confusiones, malentendidos o experiencias incómodas al intentar socializar en la lengua de origen de la familia, llegan a distanciar a los herederos de esta lengua. Por otra parte, la búsqueda de las raíces culturales, los valores y tradiciones, pueden servir como una motivación para acercarse al español.

Así, más allá de las aulas formales, probablemente muchos descendientes de familias hispanohablantes en Japón se han acostumbrado a hablar en la lengua de sus padres en actividades comunitarias, fiestas tradicionales (Navidad, días patrios…) o en las celebraciones religiosas que convocan a un importante número de familias en las mismas circunstancias (como las iglesias y la celebración de misas y otras actividades).

EL JAPONÉS Y SU HERENCIA AL OTRO LADO DEL MUNDO

La emigración masiva de japoneses a países de América Latina, desde finales del siglo XIX, obedeció en gran medida al impulso del propio gobierno japonés. Considerando que para mediados del siglo XX ya había en estos países alrededor de un cuarto de millón de japoneses, las mismas instancias oficiales niponas apoyaron la creación de escuelas y centros culturales para mantener la lengua y otros patrones de vida de Japón. Otras iniciativas de este tipo corresponden a la propia acción de los inmigrantes japoneses en muchos de esos países.

Hasta la fecha, el gobierno japonés mantiene el apoyo a la enseñanza de la lengua y otras materias afines al currículo japonés, en otros países. Es decir, que desde aquí se fortalece la enseñanza del japonés como lengua de herencia para quienes fueron de pequeños o son descendientes de nacionales nipones en el exterior. Algunas leyes y disposiciones del gobierno japonés contemplan el mantenimiento de su idioma fuera de las fronteras.

Existen investigaciones que describen con detalle las tradiciones y eventos sobre Japón que se mantienen vivos en países donde hay grandes comunidades de descendientes (nikkei). En el caso de Perú (que, junto a Brasil, concentra la mayor población de origen japonés en América Latina) se ha hecho seguimiento al uso de frases del japonés, encontrando que hay una notable influencia. Un trabajo de Lily Niland sobre lo que llama el “japoñolés” cuenta más de 100 préstamos lingüísticos de japonés y uchināguchi (okinawense) comunes entre los nikkei y, en cierta forma, en el habla peruana.

¿QUIÉN PODRÁ SALVAR AL ESPAÑOL, EN JAPÓN?

Para el caso de la vida en Japón, el gobierno apoya a los extranjeros que proceden de naciones con lenguas diferentes, pero más en el sentido de su adaptación al medio e idioma nipón. El Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología dice que hay ayudas oficiales para que los extranjeros aprendan japonés.

¿Qué pasará con la lengua original de las familias extranjeras que viven en Japón? Probablemente la labor de difusión y apoyo de la lengua española debería venir de los mismos países hispanohablantes. Existen varias iniciativas en las que el Instituto Cervantes (del gobierno español) y las embajadas de los 19 países hispanohablantes representados en Japón, han intentado convencer al gobierno japonés de que incluya este idioma en programas de estudio y en exámenes de ingreso a las universidades.

Todavía en este país se reconoce y es más común la demanda de lenguas como el inglés, chino, coreano e incluso el francés, mientras que la lengua española solamente puede cursarse en un 31 por ciento de las universidades niponas, según datos de 2018 pero que aparecen en el libro de Ángel Badillo Matos, Lengua y cultura en español en el Japón de la era Reiwa, publicado en 2021 por el Real Instituto Elcano.

Aunque no es una lengua principal, el español se mantiene como una opción de estudios en algunos institutos y, sobre todo, en universidades. Esto significa que se abren espacios para que, tanto los descendientes de familias hispanas, como los jóvenes, en general, tengan más oportunidades de estudiar, comunicarse y trabajar usando esta lengua.

A FUERZA DE VOLUNTAD…

Se calcula que en Japón vivían en 2019 alrededor de 272,305 inmigrantes latinoamericanos. La mayoría de Brasil, y por lo tanto hablantes de portugués. Para el caso de los hispanohablantes, se cuentan casi 72,000. La mayoría de ellos (67 por ciento) de Perú, y el resto de Bolivia, Argentina, México y otros países de la región, según datos del libro antes citado del Real Instituto Elcano.

Además de las universidades o los programas oficiales -como antes mencionamos- el español se mantiene vivo en familias que se reúnen en otro tipo de ambientes, antes del universitario.  En este sentido se reconocen, por ejemplo, los cursos de idiomas y asesorías en español que brindan grupos como: la Iglesia Católica, organizaciones no gubernamentales (especialmente las organizaciones nikkei), como el Centro de la Comunidad Latina de Hyogo, la Unión Tokai o la Red de Solidaridad con el Migrante en Japón. A esto se suman las redes de tiendas, restaurantes y oficinas de empleos que intentan apoyar a las comunidades latinas en su lengua nativa. Igualmente, se mantienen medios informativos en español como el portal International Press, la estación Súper Tokio Radio, las revistas Mercado Latino y Kyodai, que pueden ayudar a preservar las habilidades auditivas y lectoras en las familias donde se habla español.

Formalmente, no es posible estudiar español en el primer ciclo del sistema educativo en Japón. La investigación elaborada por el Real Instituto Elcano, reconoce como única opción el colegio privado Mundo Alegría, en Hamamatsu (Shizuoka), que ofrece formación tanto en portugués como en español, destinado a la comunidad nikkei desde 2003, con reconocimiento del Ministerio de Educación. Al parecer, esta escuela empezó a ofrecer educación en español para los hijos de peruanos, que vinieron a Japón en busca de trabajo (como dekasegui).

Por otra parte, algunas agrupaciones civiles como la Asociación Japonés Peruana (AJAPE) también brindan apoyo de manera voluntaria a estudiantes de primaria y secundaria. Destacan entre sus labores educativas los cursos de español como lengua de herencia en Machida y Yamato. Muchas de estas actividades se conocen como “escuelas de sábado”, en las que los hablantes de español como lengua de herencia, pueden practicar y conocer mejor su lengua de origen, fuera de casa.

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LAS AULAS Y EL LARGO CAMINO A LA FORMACIÓN PLURICULTURAL

Aun en las universidades donde se enseña formalmente lengua y cultura española, hay mucho por hacer para considerar a los estudiantes que tal vez ya están familiarizados o han escuchado el idioma, pero apenas empiezan a conocerlo en un ámbito académico más profundo. Veri Farina, profesora de la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS) es especialista en el tema y comenta que aún hay un camino muy largo por recorrer para expandir la educación de lengua de herencia.

Es cierto que en Japón hay clases para estudiar la lengua de herencia, pero no de manera oficial sino con iniciativas o trabajo voluntarios como hemos visto. Por ello, considera que es necesaria la ayuda del gobierno. La académica agrega que lo más importante es crear conciencia: “Que lo sepa todo el mundo, que la lengua de herencia es algo beneficioso no solo para los herederos mismos, sino también a la sociedad japonesa”. Cuando se difunda la necesidad de la educación de la lengua de herencia, habrá gente que lo entienda y esté más consciente del problema.

Y es que, aunque es importante cuidar la cultura original (como bien ha hecho Japón), también en tiempos globales se necesita la apertura, comprensión y competencias más amplias. Reforzar las lenguas familiares y oficiales puede ser parte de un importante proceso de formación pluricultural. Y este concepto, según lo ha definido el Diccionario de Términos Clave de ELE (Español como Lengua Extranjera), se refiere a “la capacidad de una persona para participar en encuentros interculturales, gracias a la experiencia que posee en diversas culturas y al conocimiento de diversas lenguas”.

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Esta entrada fue publicada el 26/07/2021 por en Actualizaciones.